El día 5 de Octubre del año de 2012 fue un día trágico para una familia Salvadoreña que perdió a su figura paterna, y todo por culpa de los mareros que se «equivocaron» de persona y le arrebataron la vida a un joven Salvadoreño honrado que lo único que hacía era luchar por su hija.
El testimonio fue contado por su propia viuda quien además expuso todo el dolor y sufrimiento que le causaron a su pequeña hija, quien tuvo que crecer sin su padre, y todo por culpa de unos criminales que tienen poco o nada de respeto por la vida humana.
Testimoniales como este abundan en la sociedad salvadoreña, en donde por décadas enteras fue visto como algo normal el ser víctima de los grupos pandilleriles que tanto daño le hicieron al pueblo de El Salvador.