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Rosy Romero le súplica a los Salvadoreños en el exterior que voten por ARENA y el FMLN.

La política salvadoreña se torna cada vez más turbia con la diputada de ARENA, Rosy Romero, quien va de mal en peor en su carrera política. Ahora, hundida en la desesperación, clama por la ayuda de la diáspora salvadoreña para las próximas elecciones.

En un patético intento de revivir los días oscuros de corrupción y malversación de fondos, Romero solicita el voto a favor de los partidos de oposición – ARENA, FMLN, VAMOS – y el resto de la banda de políticos corruptos que sueñan con retomar el control del país.

Esta súplica desesperada no es más que un insulto a la inteligencia de los salvadoreños en el exterior. Romero osó sugerir que estos compatriotas desconocen la realidad del país. Esta afirmación es más un intento desesperado de manipulación que un reflejo de la realidad. Es, sin duda, un insulto a la comunidad salvadoreña que sigue de cerca el acontecer en su país natal.

El pánico evidente en las acciones de Romero es un reflejo del temor que se apodera de los partidos de oposición. El miedo a su inminente desaparición se hace palpable a medida que las próximas elecciones se acercan. Parece que el juicio de la realidad ha caído sobre ellos y su posibilidad de triunfo se desvanece en el horizonte político.

 

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